28/04/2005 - Un poquito de por favor.

Localización: Casa cercana a la Plaza 1º de Mayo y Plaza Padre Antonio

Horario: de 16 h a 4 h aproximadamente.

Argumento: Varias escenas en referencia a la casa de Alatriste y una afrenta entre varios personajes.

Actores: Viggo Mortensen, Eduardo Noriega, Unax Ugalde.

Extras: Foto con Eduardo Noriega.


El día empezó tarde, a las tres para mí. A eso de una hora posterior el rodaje se centro en una calle estrella con tres entradas principales, una de ellas un acceso a la bonita plaza de 1º de Mayo, conocida aquí como El Paseo del Mercado.

Mi principal labor fue la de coordinar los distintos vigilantes para que no dejaran acceso a la calle del rodaje. Aunque este fuese en una casa de esta calle, era necesario calmar a la gran multitud que allí se encontraba, casi todo niñas de menos de 15 años que estaban locas por recibir un autógrafo o una foto de Viggo Mortensen.

La cosa se iba desarrollando con normalidad, pero había demasiado ruido, demasiado tumulto de gente, y al final la escena tuvo que rodarse parcialmente, emplazándose un segmento de la misma para el día siguiente.

Una vez el rodaje se termino, lo más difícil comenzó. La gente se saltaba las vallas y hacia caso omiso a lo que nosotros le pedíamos, que era básicamente un poco de control y tranquilidad.

Esta situación llegó a estresarnos a todos, y más cuando uno no es para nada un vigilante. Uno se pregunta por que una película, la mas cara de la historia en España, no tiene dinero para pagar a unos vigilantes jurados, unos que muestren mas carácter y presencia para acallar a la gente enloquecida.

No se básicamente las labores de un meritorio, pero dudo mucho que sean la de permanecer en dos entradas (si, dos) vigilando que no pase nadie, aparte de pedir que aquellos coches que se acerquen a la calle paren sus motores para no meter ruido en la escena.

Una cosa me quedo realmente clara: A la gente de producción le venia muy grande esta película, sino no se explica que alguien como yo tuviera tanto trabajo, y por lo tanto fuese incapaz de dar abasto, mas cuando había vigilantes ociosos en otras zonas. En fin, una organización nefasta, aunque esto no me seria sorprendente en posteriores días.

Por lo demás un coche pudo desplazar a Viggo del rodaje hasta el campamento, no sin algún que otro jaleo: gente abalanzándose a el mismo, o gente pegada al coche sin poder dejarlo pasar.

La escena no pudo rodarse en su totalidad, por lo que se emplazaba para el día siguiente esa parte.
Ariel, el segundo jefe de producción, un tío realmente encantador me pidió que el siguiente día pudiera movilizar a más vigilantes. Eso intentaría, si me dejaban mis superiores.

Después de esta escena todos corrimos a otro exterior, el de la Plaza de Padre Antonio. Teníamos que acordonar toda la zona de la plaza Vázquez de Molina, y eso eran muchos metros. Después de tirarnos horas acordonando toda la zona, pudimos decir con orgullo que lo conseguimos, y sinceramente eso no fue nada fácil.

Totalmente a oscuras, un sistema de iluminación conseguido gracias a unos globos y una estructura metálica de poco peso donde estaban anclados los focos, iluminaba toda la zona de rodaje. Uno se sorprendía de toda la profesionalidad y maquinaria que allí exponían distintos técnicos.

La gente de vestuario había realizado un trabajo impecable con los personajes, sobre todo con Viggo, que lucia una planta imponente.

La escena que se centraba en un altercado entre distintos personajes, dentro de esta plaza, no llegó a rodarse entera, por lo que, de nuevo, tuvo que desplazarse a otro día.

Finalmente uno decidió ir a casa, y descansar para un nuevo día. Eran las 4 de la mañana y uno no tenía ganas ni de Alatriste, ni de historias.