Diario de AT

Cuadernos de rodaje de "Alatriste" en Úbeda y Baeza

sábado, abril 30, 2005

27/04/2005 - Primer día de Rodaje en Úbeda (Segunda Parte)

Durante la comida en el Restaurante Navarro, un lugar que aconsejo a todo que venga de fuera, el grupo técnico se agolpaba con el fin de conseguir una cerveza o cualquier bocado que pudieran mitigar su hambre.


En ese momento una persona de aspecto ciertamente desaliñado, con un pañuelo andrajoso en su cabeza, entraba en el bar. A los pocos minutos descubrimos que se trataba de Unax Ugalde, un estupendo actor, que representaba en esta película a Iñigo, el pupilo de Alastriste, y que iba a saludar a Antonio, el Concejal de Cultura de Úbeda.

Después de la comida el rodaje volvía a empezar. Teníamos que acordonar la zona y para eso establecimos un dispositivo donde los dos guardias de seguridad llamados Juan, tuvieron la parte más difícil, el final de la calle Juan Pasquau que se ensanchaba en la plaza de San Pedro. Los vecinos se agolpaban para ver algo de este primer día de rodaje.

Yo me dirigí a la calle real en busca de un Walkie para comunicarme con mayor facilidad con el resto de mi grupo, pero todos habían volado y ya no quedaba ninguno.

En ese momento, una persona en chándal y con cierto aire despreocupado pasó a tan solo un metro de mí. El encargado del material se dirigió a él y le pregunto: ¿Qué tal el viaje, Viggo? y el se volvió para decir un susurrante: Bien, bien.

IMPRESIONANTE, era Viggo Mortensen e iba del set de rodaje al campamento andando. Como poco después comprobaríamos, esto no duraría demasiado.

En fin, fue rápido el ver a Viggo, sinceramente algo de decepción me quedo en el cuerpo, esperaba que hubiese sido más difícil encontrarlo. Parecía entonces que mi posición iba a ser un verdadero chollo para conseguir y ver cosas. Supongo que algo equivocado si que estaba.

Durante una hora y pico me mantuve en la entrada del Real, donde más gente transitaba. Allí junto a Lolo, Francisco y Javier me pude hacer la foto que estáis viendo a continuación.



Mientras charlábamos una joven de aspecto desgarbado y mirada aniñada se dirigía hacia el campamento. Tuvo que acercarse demasiado para confirmar que se trataba de Elena Anaya, una actriz preciosa en pantalla que a primera vista no destacaba demasiado. En ese momento se estableció una suposición que poco después se confirmaría: el cine puede hacer milagros.


Todos confirmamos una cierta decepción ante la imagen de Elena físicamente, mientras estábamos de tertulia impidiendo como podíamos (no somos vigilantes de seguridad profesionales) el paso de la gente (un trabajo realmente ingrato).

En breve llegó Pilar Mariscal, reportera de Canal Sur, estupenda y simpática persona que nos hizo una entrevista y con la que estuvimos charlando de cine durante un buen rato.
Una vez terminado el rodaje de esta escena, mi horario de doce horas daba a su fin.